Maceración carbónica: vinos que no esperan
La maceración carbónica es una forma directa y honesta de leer la añada: racimos enteros, poco oxígeno, una fermentación que empieza dentro de la uva y termina “a la clásica”. El resultado: color violáceo, fruta roja a raudales, tanino amable y a veces un cosquilleo de carbónico; vinos pensados para beber ahora, mejor en su primer año. No es solo Beaujolais: en Rioja (cosecheros), Murcia (Monastrell) y otras zonas se pronuncia con acentos distintos. En M&D cada noviembre traemos Primero de Fariña: Tinta de Toro en versión jugosa, floral y vivaz, con etiqueta de artista y mucha conversación. Servir fresquito (12–14 ºC) y sin complicarse: tapas, tortilla poco cuajada, hamburguesa, ramen. Mitos fuera: no todos saben a chicle y racimo entero no siempre es carbónica.
Vinos para beber con hielo… y por qué no deberías sentirte culpable
En Madrid, el calor del verano invita a beber el vino de otra manera. Descubre por qué añadir hielo a tu copa no es un sacrilegio, sino una forma refrescante de disfrutar blancos, rosados y espumosos en pleno agosto.
El corazón burbujeante de Madrid
Madrid & Darracott: el templo de las burbujas en el centro de Madrid
En nuestra tienda encontrarás una selección viva y dinámica de champanes, cuidadosamente elegida para ofrecerte lo mejor de las casas más emblemáticas y también de productores menos conocidos. Apostamos fuerte por Bollinger, del que somos tienda oficial, con especial orgullo por su cuvée PN, una maravilla de las últimas añadas. También destacamos referencias como Pol Roger (sí, también el icónico Winston Churchill), Jeeper y Devaux, que aportan carácter y frescura a nuestra oferta. Esta colección está en constante rotación y crecimiento: queremos convertirnos en el lugar de referencia en Madrid para los amantes del champán.
Guardar vino en una bodega: el peor error de cálculo de tu vida
El vino no es una estampilla ni una figurita de Star Wars; no se colecciona, ¡se bebe! La tentación de construir una gran bodega es fuerte, pero ¿para qué? Para que las mejores botellas terminen olvidadas en un cementerio de vidrio, esperando una ocasión especial que nunca llega.
Lo peor es que, cuando llegue el día, muchas estarán pasadas, y tú demasiado viejo para disfrutarlas sin pastillas para el colesterol. Y si no las bebes tú, lo harán tus herederos… con pizza congelada.
La clave no es tener la mejor bodega del cementerio, sino la mejor mesa, llena de risas y brindis. Guarda unas cuantas botellas, sí, pero no te obsesiones: el mejor vino es el que se disfruta hoy, no el que se acumula hasta el apocalipsis.
Cata Vertical: el arte de viajar en el tiempo (sin necesidad de DeLorean)
La cata vertical es como una excavación arqueológica para los sentidos, un método para observar cómo el vino cambia y madura con los años, transformando sus sabores frescos en notas complejas de cuero, tabaco y especias. Cada añada del mismo vino es una página en su historia, un reflejo de su evolución y del paso del tiempo. Este tipo de cata ha dado lugar a momentos únicos, como la de 150 años de Château Mouton Rothschild o la de Tenuta San Guido, que incluyó una añada de 1968 de Sassicaia, demostrando la resiliencia de algunos vinos frente a las adversidades. No todos los vinos están hechos para durar, y por eso cada botella capaz de enfrentarse al tiempo es una joya. El próximo 20 de noviembre, en Madrid & Darracott, exploraremos seis añadas de Marqués de Murrieta, una bodega pionera en España y símbolo de excelencia vinícola, en una oportunidad irrepetible para entender y disfrutar el arte del envejecimiento del vino.