En nariz, es un espectáculo de aromas: frutas negras maduras, especias dulces, un toque balsámico y ese roble cremoso que te envuelve como una cálida manta. En boca, la experiencia continúa: suave, potente, con un equilibrio perfecto entre fruta y crianza. Su final persistente te deja recuerdos de cacao, tostados y balsámicos que te harán suspirar.
¿Cómo disfrutarlo al máximo? Acompáñalo con carnes rojas, civet o un buen asado. También es perfecto para ocasiones donde el protagonista es el vino y la compañía es el complemento.
El truco: Sírvelo entre 16 °C y 18 °C, y deja que sus 26 meses en barrica (90% roble francés, 10% americano) hagan el resto.
Elaborado con Tempranillo, Graciano y un toque de variedades blancas como Viura y Malvasía, este vino no es solo un Rioja; es un homenaje a la excelencia vinícola.
Remírez de Ganuza Reserva 2016: Para los que saben que en la Rioja, la excelencia se bebe.