¿Qué tiene de especial?
En nariz, es como abrir un baúl de recuerdos: cuero curado, compotas de ciruelas, tabaco, especias dulces como vainilla y un delicioso toque de chocolate negro. En boca, es maduro, refinado y envolvente, con taninos sedosos que te acarician el paladar. El final es amplio, redondo y tan persistente que te deja pensando en la próxima copa.
¿Con qué disfrutarlo?
Este vino es la pareja perfecta para platos delicados: guisos de carne con hierbas aromáticas, salsas suaves y, por qué no, un postre de chocolate. ¿Sobremesa especial? Gran Reserva 890 eleva cualquier conversación.
Sírvelo a: Entre 16 °C y 18 °C, porque un clásico merece ser tratado con respeto.
Con 6 años en barricas de roble americano y más de 4 años afinándose en botella, este vino no solo es una joya enológica, sino también un homenaje a la paciencia y la tradición riojana. Y con 100 puntos en la Guía Peñín 2024, es literalmente perfecto.
La Rioja Alta Gran Reserva 890 2010: Porque un gran vino siempre tiene algo que enseñar.